El conflicto de Citgo tomó nuevos matices. Recientemente la petrolera inició una nueva operación y se trata de la emisión de bonos 2026 para redimir los bonos 2022. Estos últimos eran papeles de deudas emitidos al 6,25 % de cupón, por un período de ocho años, en una época en la que las tasas de interés eran mucho más altas que las actuales, es decir, en 2014.
Milagros Boyer | PanAm Post
De acuerdo con lo que explica la agencia AP, Citgo ha fijado un precio de capital total de 650 millones de dólares de los bonos a 6,375 % con vencimiento en 2026 en una oferta privada, exenta de los requisitos de registro de la Ley de Valores. Se espera que el cierre de la oferta ocurra el 11 de febrero de 2021, sujeto a las condiciones de cierre habituales.
La agencia de noticias también relata que dicha compañía tiene «la intención de utilizar los ingresos netos totales de la venta de los bonos», junto con el efectivo disponible, para redimir los 650 millones de dólares de sus bonos garantizados al 6,25 % con vencimiento en 2022. El canje de los bonos 2022 depende también de la consumación de la oferta.
Redimir un bono tiende a ser un procedimiento técnicamente sencillo. Esta operación se ejecuta normalmente si en la fecha de recompra las tasas de interés han disminuido. De esta forma, el ente emisor del bono, en este caso Citgo, puede ahorrar dinero al pagar el bono anterior emitiendo otro a una tasa de interés más baja.
Sin embargo, sobre una transacción que suele ser común, el tinte político levanta ciertas costras y despierta varias interrogantes sobre el tema. En este caso principalmente porque involucra a la Asamblea Nacional venezolana y las directivas designadas por el mencionado órgano legislativo.
Por ejemplo, sobre dicha operación detectada recientemente, la junta directiva emitió estos papeles de deuda sin aprobación de la Asamblea Nacional, usando las acciones de Citgo como respaldo. No hicieron comunicado ni anuncio alguno. Un escenario parecido se dio en 2020, cuando la fracción parlamentaria 16 de Julio confrontó a la junta Ad-hoc de PDVSA, por realizar un movimiento similar.
En aquel momento los diputados de esta agrupación dirigieron una carta a Luis Pacheco, funcionario que se desempeñaba como presidente de la junta Ad-hoc de PDVSA. Ante él exigieron información sobre el manejo de operaciones recientes de Citgo.
En la misiva se relataba que «desde mayo de 2019, nuestro grupo parlamentario viene expresando su preocupación respecto a la falta de información oportuna al pleno de la Asamblea Nacional (AN) –como legítimo representante de los ciudadanos venezolanos, principales accionistas de CITGO– sobre decisiones que no han sido consultadas, ni notificadas a los miembros de la AN».
En concreto, se referían a la última emisión de papeles de deuda que se realizó, la de los bonos 2025 de Citgo, por un monto de 1125 millones de dólares, según refleja Banca y Negocios. Esta cantidad fue el resultado final tras una ampliación de 50 % en el monto de la deuda, es decir, 375 millones adicionales sobre los 750 millones que se iban a pedir al inicio. El objetivo de esta operación era distribuir el dinero de la siguiente forma: 614 millones se utilizarían para extinguir una deuda previa que vencía en 2021 y 130 millones de dólares para «necesidades operativas internas».
El monto que subió astronómicamente y se aludió a la «positiva recepción del mercado» no pasó desapercibido. Por lo tanto, la fracción parlamentaria 16 de Julio mostró su desacuerdo con este proceder e indicó lo siguiente: «Consideramos que no es admisible argumentar que el monto se incrementó porque el mercado adquirió con avidez la emisión, pues ninguna empresa responsable se endeuda porque le ofrezcan financiamiento, sino con la finalidad de cubrir con esos fondos, proyectos necesarios y rentables».
En dicho momento se cuestionó a Pacheco no solo por la emisión de estos nuevos bonos por parte de Citgo, sino también por el proceso de licitación que permitió la designación de los agentes escogidos para asesorar a la empresa en la emisión y colocación de los títulos.
Entre otras cosas también se habló de los términos y condiciones en que se realizó la emisión, así como la colocación de tales títulos, al igual que se pidió una explicación sobre los montos, conceptos y destinos de las presuntas ayudas económicas realizadas con el objetivo de combatir la pandemia del COVID-19 y otros pagos relacionados con labores sociales implementadas por CITGO. Sobre este último punto no hay mayor detalle.
La actuación de la AN con los bonos de Citgo y los de PDVSA
La Asamblea Nacional ha estado en un camino difuso cuando se trata de hablar sobre los bonos venezolanos. Entre los tópicos merecedores de mención está el tema del bono PDVSA 2020, por ejemplo. Este papel de deuda ha sido un dolor de cabeza para el país, pues actualmente tiene como hipoteca el 50,1 % de las acciones de Citgo. Lo peor del caso es que desde 2019, Venezuela ha incurrido en un impago de los intereses de esta deuda y el caso fue a la Corte.
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