Las autoridades de Estados Unidos han centrado su atención en la aerolínea Plus Ultra. En medio de todo estaría la sospecha de que Alex Saab y su socio Álvaro Pulido son, mediante un entramado de testaferros, socios en silencio de la aerolínea, algo que Estados Unidos ahora investiga.
¿Tienen Alex Saab y Álvaro Pulido un asiento en Plus Ultra, la aerolínea que está siendo rescatada en España?
La embajada de Washington en Madrid ha cursado una solicitud de colaboración a España para investigar a dos empresarios venezolanos próximos al chavismo que acudieron a una ampliación de capital de Plus Ultra en 2018, reseñó El Confidencial.
Estados Unidos está investigando a dos accionistas venezolanos de Plus Ultra, la aerolínea rescatada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con un crédito de 53 millones de euros. La embajada de Washington en Madrid ha cursado una solicitud de colaboración a España para rastrear los movimientos de Héctor Antonio Tobía Roye y Flavio Pedro Antonio Bórquez Tarff, dos empresarios vinculados con el régimen de Nicolás Maduro que en junio de 2018 entraron en el capital de la compañía y ocupan un asiento en su consejo de administración. Las autoridades estadounidenses sostienen que la operativa está relacionada con una trama de blanqueo de dinero a gran escala procedente de la corrupción chavista, según ha podido confirmar El Confidencial.

Los inversores bajo sospecha fueron claves para la supervivencia de Plus Ultra. En diciembre de 2017, la aerolínea logró un préstamo participativo de un banco panameño, Panacorp Casa de Valores, de 7,5 millones de dólares. El dinero fue usado para costear dos de los tres aviones que conformaban en ese momento su diminuta flota, los Airbus A340-313 con matrículas ECMFA y EC-MFB. Gracias al crédito, la empresa pudo seguir operando, pero volvió a entrar en causa de disolución solo unas semanas después tras cerrar el ejercicio 2017 con unas pérdidas de 6,7 millones de euros, según recogen las cuentas depositadas por la sociedad en el Registro Mercantil.
Para coger oxígeno, Plus Ultra tuvo que recurrir a una ampliación de capital. Tobía Roye y Bórquez Tarff acudieron a esa convocatoria y entraron en su accionariado. Como reveló ‘VozPópuli’, cada uno de ellos suscribió 202.789 participaciones por un importe idéntico de 1,237 millones de euros, inyectando así en la caja de la empresa un total de 2,47 millones de euros que permitieron a la aerolínea continuar volando. La operación fue ratificada por el consejo de administración el 26 de julio de 2018 y, casi un año después, Bórquez Tarff fue nombrado consejero.
Agencias estatales de inteligencia de Estados Unidos siguen la pista ahora a los fondos invertidos en Plus Ultra y también a otras Operaciones que estos inversores próximos al Gobierno de Caracas habrían efectuado en España en los últimos años, revelan las fuentes consultadas. Además de inyectar dinero en la aerolínea, Tobía Roye constituyó el 1 de enero de 2020, por ejemplo, una sociedad limitada dedicada a la gestión de activos inmobiliarios, Corporación Canaima Tosuc, que tiene fijado su domicilio en un despacho de abogados de Madrid especializado en operaciones internacionales con Venezuela. A través de esa mercantil, Tobía Roye controla una vivienda de nueve dormitorios en un edificio de la calle del Barquillo de la capital.
Las pesquisas de Washington se centran, fundamentalmente, en el origen del dinero usado por los dos empresarios para aterrizar en la aerolínea salvada por la SEPI. Tobía Roye y Bórquez Tarff controlan el banco AndCapital de Puerto Rico, un territorio de Estados Unidos que goza de un estatus financiero especial y que se ha convertido en una enorme lavadora de dinero procedente de Venezuela. Las autoridades del Tesoro estadounidense calculan que los bancos extraterritoriales como AndCapital (autorizados para operar con cuentas de Estados Unidos directamente, sin tener que recurrir a los costosos bancos corresponsales) mueven activos en Puerto Rico por valor de 50.000 millones de dólares, en gran parte procedentes de la corrupción, el narcotráfico y el contrabando. Una vez en Puerto Rico, los fondos son lavados mediante inversiones inmobiliarias y empresariales en las principales economías del mundo.
La Administración de Joe Biden considera que la inyección de capital en Plus Ultra responde a ese esquema. Tanto Tobía Roye como Bórquez Tarff son próximos al exvicepresidente venezolano José Vicente Rangel Vale (fallecido el pasado diciembre) y al hijo de este, José Vicente Rangel Ávalos, dos pesos pesados del todopoderoso Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Además del banco puertorriqueño, ambos inversores están ligados a más de una decena de sociedades panameñas. Tobía Roye aparece junto a su mujer en una de ellas, Silvana Worldwide Corporation, que se vio envuelta en el escándalo Madoff.
Las diligencias cursadas por Estados Unidos añaden más presión al Gobierno de Pedro Sánchez y, en especial, al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, uno de los principales valedores del rescate a Plus Ultra. La SEPI le concedió un crédito de 53 millones de euros a pesar de tener una cuota de mercado en el sector aeronáutico nacional que no llega al 0,1% y que, en la práctica, el grueso de sus acciones están en manos extranjeras. En concreto, de otros empresarios igualmente venezolanos. Se trata de Rodolfo José Reyes Rojas, Raif El Arigie Harbie y Roberto Roselli, a los que se ubica en el entorno de la actual vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, con la que se reunió Ábalos en Barajas en secreto en enero de 2020.
A Reyes Rojas también se le vincula con el empresario colombiano-libanés Alex Saab, que fue detenido en Cabo Verde en junio de 2020 y está pendiente de extradición a Estados Unidos, que le acusa de liderar una red de blanqueo de dinero del régimen chavista y actuar como testaferro del propio Nicolás Maduro. El abogado de Saab es el exmagistrado Baltasar Garzón.

¿Tienen Alex Saab y Álvaro Pulido un asiento en Plus Ultra?
Plus Ultra Línea Aéreas: (IATA: PU, OACI: PUE indicativo: SPANISH) es una aerolínea española, fundada en el año 2011, por Julio Martínez Sola y Fernando González Enfedaque. Su denominación social actual es Plus Ultra Líneas Aéreas S.A. El 17 de julio de 2015 obtuvo el Certificado de Operador Aéreo, siendo la primera compañía española en obtenerlo bajo la nueva normativa Europea AIR OPS (ES.AOC.118), bajo la dirección de Alberto Hernández Lopo.
La compañía tomó su nombre del Plus Ultra, el hidroavión de la Aeronáutica Militar española que realizó por primera vez un vuelo entre España y América, despegando el 22 de enero de 1926 frente a La Rábida en Palos de la Frontera (Huelva) con destino a Buenos Aires, adonde llegó el 10 de febrero de ese mismo año.
La compañía tiene actualmente su domicilio social en Madrid, siendo su principal base el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Plus Ultra Líneas Aéreas S.A. fue fundada en el año 2011 por un grupo de empresarios españoles: Julio Martínez y Fernando González. En septiembre de 2014, recibió el primero de los dos Airbus A340-300.
En julio de 2015, próximo a celebrarse el 90 aniversario del despegue del hidroavión del Ejército del Aire español que conectó por primera vez Europa con Sudamérica, despega Plus Ultra Líneas Aéreas. El 4 de agosto de 2015 inició las operaciones en régimen wet lease/ACMI volando a los aeropuertos de Madrid, Tenerife, Caracas y Lima. La flota inicial la componen cuatro A340-300 con una capacidad de 303 pasajeros en dos clases. El 15 de junio de 2016 comenzó a operar con vuelos regulares, siendo los destinos elegidos de inicio Santo Domingo (República Dominicana) y Lima (Perú), bien es cierto que tuvo algunos problemas en sus inicios con un avión parado en Barajas.
El 23 de abril de 2016, un avión Airbus A340-300 de la compañía aterrizó en Manta (Ecuador). Una de las ciudades más afectadas por el seísmo de más de 7,8 grados en la escala de Richter, con 35 técnicos franceses y varias toneladas de ayuda humanitaria para los damnificados. La aeronave fue fletada por el gobierno francés para apoyar a las víctimas del movimiento sísmico sufrido el 16 de abril de 2016, que dejó un trágico resultado de cerca de 500 muertos, cerca de 3000 heridos y decenas de desaparecidos, además de cuantiosos daños materiales.
Rescate
El Consejo de Ministros aprobó el martes el rescate de 53 millones de euros de Plus Ultra, una decisión que ha sorprendido al sector aéreo ya que la compañía no cumpliría las condiciones fijadas para acceder a los fondos de solvencia que gestiona la Sepi.
Y es que la aerolínea, que está participada al 47,2% por el Rodolfo José Reyes Rojas, un empresario venezolano cercano a Nicolás Maduro y Delci Rodríguez, presidente y vicepresidenta de Venezuela, no sólo no ha registrado beneficios desde su nacimiento, si no que está lejos de ser considerada una empresa estratégica para el país, tanto por su tamaño, como por las rutas que opera. Así, Plus Ultra realiza vuelos chárter y regulares a Venezuela, Ecuador, Perú o Italia, países a los que también viajan Iberia, Air Europa o Evelop por lo que la conectividad no se vería afectada, reseñó El Mundo.
En este sentido, Plus Ultra transportó 156.139 pasajeros en 2019, lo que supone el 0,9% de los 19,3 millones que movió Air Europa, que también ha sido rescatada por el Gobierno con 475 millones. Además, la compañía opera con cuatro aviones de la familia A340, frente a los 127 aviones que tiene Iberia en la flota o los 42 de Air Europa. En este punto, cabe destacar que los A340 (el último lo adquirió en 2019) son cuatrimotores por lo que consumen mucho más combustible que los A330 o A350 que utiliza Iberia y además Airbus ya no los fabrica por su baja eficiencia.
En cuanto a la rentabilidad de Plus Ultra, la compañía ha registrado números rojos desde que se fundó en 2011, aunque hay que matizar que no empezó a operar hasta mediados 2016, cuando consiguió la licencia AOC para poder volar. Fuentes del mercado señalan que es muy raro tardar cinco años en conseguir una licencia de vuelo, que no es inmediato ni fácil, pero que no se demora tanto. Así, desde que empezó a operar y hasta enero de 2019 (tiene un año fiscal distinto), Plus Ultra acumula unas pérdidas netas de 10 millones y unas de explotación de 12 millones. Los números rojos de 3,5 millones de antes de empezar a operar habrían sido cubiertos por los accionistas y fundadores, entre los que se encuentran Fernando González Enfedaque y Julio Miguel Martínez Sola, que estuvieron al frente de la quebrada Air Madrid.
En las cuentas de 2018-2019, Plus Ultra señalaba que esperaba alcanzar «una situación de equilibrio en el resultado neto» en el ejercicio fiscal 2019-2020 siempre y cuando se «mitigarán las oscilaciones en el precio del combustible». Lo cierto es que la compañía registró un fuerte crecimiento el año previo a la pandemia ya que pasó de transportar 99.885 pasajeros en 2018 a 156.139 en 2019. Si tenemos en cuenta que, según Aena realizó 823 operaciones en 2019, movió unos 190 pasajeros de media por trayecto, lo que implica una ocupación media de los aviones del 58% (tiene dos A340-600 de 476 plazas, otros dos A340-300, con menos capacidad), dato está muy lejos del 62-72% de ocupación que IATA señala como el punto de equilibrio para que un vuelo sea rentable. Además, el petróleo subió en 2019, impactando a las cuentas de grupos como IAG, lo que en el caso de Plus Ultra tiene un efecto mayor ya que necesita más combustible para mover el mismo número de pasajeros que otras aerolíneas que usen bimotores.
Fuentes empresariales señalan que se ha rescatado a Plus Ultra para evitar el despido de los 345 trabajadores que tenía en 2019 y porque, pese a la falta de rentabilidad, ha prevalecido el criterio de sector estratégico y que el plan de viabilidad presentado sea creíble y viable. Estas mismas fuentes explican que, aunque no ganara dinero antes de la pandemia, la compañía estaba en pleno plan de crecimiento y mejorando los resultados año a año, lo que indica que tenía un futuro cierto. También señalan que Plus Ultra tenía los billetes a precios políticos para captar más pasajeros y abrir mercados, primando el crecimiento sobre la rentabilidad.
Los 53 millones otorgados (34 millones vía préstamo participado a devolver a siete años y el resto como crédito ordinario) estarían muy limitados a cubrir las pérdidas de la pandemia y no las registradas en años anteriores.
Ni los voceros de la empresa, ni el gobierno chavista que celebró ampliamente la llegada en 2018 a Venezuela de la compañía “española”, hablan de los socios venezolanos que están en la operación de Plus Ultra Líneas Aéreas.
Según un reporte de Roberto Deniz en la web de periodismo de investigación Armando.info, antes de conectar con sus vuelos desde Caracas a Madrid y con la isla de Tenerife, en el archipiélago canario, Plus Ultra fraguó una sociedad con inversionistas venezolanos poco conocidos, pero relacionados al emergente grupo empresarial de un venezolano de origen árabe que controla la actividad en Venezuela de una marca española, el más conocido entre sus tantos negocios de retail, y que posee otras inversiones en España y el Caribe.
Para que Plus Ultra escogiera como ruta a un país con cinco años consecutivos de contracción económica y que adeuda casi 4.000 millones de dólares a las líneas aéreas, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la presencia de los venezolanos parece determinante.
Constituida en Madrid en 2011 por ex-directivos de la fracasada Air Madrid, su nombre rescata el lema latino plus ultra que significa “más allá”, empleado por el Rey Carlos I de España y V de Alemania, y que está inscrito en el escudo español como recuerdo del afán expansionista que tuvo el imperio español en el s. XVI. En 2015 comenzó a volar hacia algunos destinos de Latinoamérica, pero sin consolidarse en el competido sector del transporte aéreo.
Las perspectivas de Plus Ultra han sido tan favorables que anunciaron la compra de tres aviones. Julio Martínez, vicepresidente de la aerolínea, lo dijo en abril de 2018 durante el evento de presentación del proyecto a la prensa venezolana. El directivo aseguró que la “compañía española” realizó un “estudio muy severo sobre Venezuela” y que no duda del “éxito” que tendrá. “Tanto es así que ya hemos fletado o hemos comprado, mejor dicho, tres aviones más que se incorporan el año 2019 para volar todos los días a Caracas desde Madrid”. Es el plan de expansión de la empresa y, al menos hasta diciembre de 2018, uno de esos tres aviones ya había sido para completar una flota de cuatro Airbus A340-300. No obstante, para algunos los A340-300 de la aerolínea Plus Ultra son aviones vetustos y chatarra voladora.
Algunos sospechan que a través de la línea aérea pudiera estarse movilizando oro, diamantes y grandes cantidades de dinero en efectivo. Piensan también que debe investigarse si los aviones han sido utilizados en el traslado de estupefacientes.
Las sospechas surgen a partir de la hipótesis de que los colombianos Alex Saab y Álvaro Pulido pudieran ser en las sombras accionistas de la aerolínea, mediante el uso de testaferros, como en muchas otras de sus empresas. Se piensa también que los colombianos han fomentado la idea de que otros son los propietarios, pese a ser ellos accionistas.

La aerolínea, se escucha, les serviría a Saab y Pulido como una «lavadora» y como un frente importante de relaciones con España y Colombia, que además han podido utilizar para transportar oro venezolano a varios países del mundo.