Francisco D’Agostino y el enigma de “Blue Velvet” en Jambanyani: ¿Clave para entender un posible engaño a las autoridades en EE.UU.?

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En 2018, los visitantes del portal web de la empresa de safaris Jambanyani, eran recibidos por una melancólica melodía, “Blue Velvet”, una versión de Lana Del Rey del clásico de 1950 escrito por Bernie Wayne y Lee Morris. La canción, un sencillo promocional del EP “Paradise” de Del Rey, había sido utilizada en una campaña publicitaria de H&M en 2012. La letra describe a una mujer envuelta en “terciopelo azul”, como símbolo de su elegancia, glamour y el amor perdido de un hombre. La elección musical, aunque peculiar, quizás buscaba transportar a los visitantes a la sabana africana.

 

Jambanyani Safaris Ltd, un emprendimiento que operaba en Zimbabue, era propiedad del empresario venezolano Francisco D’Agostino, junto con los guías de safaris privados Craig Doria y Nigel Thiesen. Thiesen, quien también dirige la firma Safari 5 África, es conocido por organizar la cacería de leopardos, elefantes, búfalos, hipopótamos y otros animales para turistas adinerados en África.

Logotipo de Jambanyani Safaris

La presencia de “Blue Velvet” en el sitio web de Jambanyani, ahora inactivo, es ahora una pieza clave para entender cómo D’Agostino pudo haber engañado a una Corte del Distrito Sur de Nueva York, e intentado engañar al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. D’Agostino, junto con su socio italiano Alessandro Bazzoni, fue sancionado e incluido en la Lista OFAC, en 2021, por su participación en un esquema para evadir las sanciones petroleras impuestas a Venezuela, comercializando crudo venezolano a través de una red de empresas registradas en Malta, Reino Unido, Panamá y Suiza.

Carpa de Jambanyani Safaris en Zimbabue

Entre estas empresas se encontraban Elemento Ltd., registrada en Malta en octubre de 2015, y Elemento Oil and Gas Ltd., también con sede en Malta e incorporada en marzo de 2015. D’Agostino, Bazzoni y Richard Rothenberg fueron directores de Elemento Ltd. La empresa, antes de llamarse Elemento, operaba bajo el nombre de Ct Energia Holding Ltd. El nombre de CT Energia proviene de las iniciales de Cinque Terre, la región del litoral noroccidental de Italia de donde es originario Alessandro Bazzoni, el creador de la empresa.

En paralelo a los acontecimientos que se desarrollaban con Elemento, desde aproximadamente 2018, D’Agostino ha intentado sacar a flote una firma, hasta ahora, con muy poca o ninguna actividad comercial conocida, denominada Wessex Oil & Gas, N.V., que no fue incluida en las sanciones del Departamento del Tesoro contra el empresario.

Wessex Oil & Gas, N.V.

Esta nueva empresa, con un nombre que evoca la historia británica, pero con operaciones que se mantienen en la sombra, sugiere que el empresario venezolano, a pesar de las complicaciones, buscaba mantener una presencia en el sector petrolero, aunque, con Wessex Oil & Gas, fuese de manera discreta y alejada del ojo público.

Según su propia descripción, Wessex Oil & Gas se presenta como una consultora internacional que se especializa en brindar apoyo a sus clientes en la toma de decisiones técnicas y financieras en la industria del petróleo y el gas. Afirman contar con un equipo de consultores que pueden ser desplegados para abordar cuestiones relacionadas con la determinación de reservas, estimación de costos, planificación del desarrollo de campos, modelado de yacimientos y planificación estratégica. Resaltan, además, que su fortaleza radica en la combinación de especialistas técnicos en superficie y subsuelo, junto con economistas, lo que les permite ofrecer soluciones integradas para cualquier requerimiento de exploración o desarrollo de hidrocarburos. A pesar de esta descripción, la actividad real de Wessex Oil & Gas y sus clientes se mantienen bajo un velo de misterio.

El intento de desvinculación de D’Agostino de Elemento

Francisco D’Agostino

Según la versión de Francisco D’Agostino en la corte neoyorquina, en agosto de 2016 renunció a su cargo como director de Elemento Ltd. Además, en 2021 afirmó que en febrero de 2017 se completó la transferencia de las acciones de Elemento a Cisa Holdings Limited, una empresa registrada en Malta en diciembre de 2016. D’Agostino aseguró que Cisa Holdings era controlada únicamente por su hermanastro, Eduardo Cisneros, y el padre de este, el acaudalado empresario Ricardo Cisneros, hermano del difunto magnate Gustavo Cisneros.

Antiguo sitio web de Elemento

La conexión familiar entre Francisco D’Agostino y Eduardo Cisneros proviene del segundo matrimonio de Franco D’Agostino, padre de Francisco, con Alicia Jeanette Ziegert, madre de Eduardo y exesposa de Ricardo Cisneros Rendiles, el padre de Eduardo. Alicia Ziegert es propietaria de una lujosa mansión en Indian Creek Island, Miami, Florida. La isla es conocida como el “Billionaire Bunker” por su exclusividad y seguridad. El acceso a esta isla artificial en la bahía de Biscayne está estrictamente controlado, con una sola carretera que rodea la isla y un puesto de guardia que impide el ingreso a no residentes y personas no autorizadas.

Mansión de madrastra de Francisco D’Agostino en Indian Creek, Miami, Florida

Sin embargo, la conexión entre “Blue Velvet”, Jambanyani y las declaraciones de D’Agostino ante las autoridades estadounidenses comienza a revelar inconsistencias. El dominio del portal web de Jambanyani fue registrado el 30 de octubre de 2017 y estaba alojado en los servidores de Daycohost, una empresa de hospedaje web y servicios informáticos, propiedad de Francisco D’Agostino y su padre, Franco D’Agostino, en Venezuela.

El enigma del audio alojado en el Servidor de Elemento

El archivo de audio de “Blue Velvet” que se reproducía en el portal de Jambanyani, si bien se ejecutaba en la web de la empresa de safaris, estaba alojado en el mismo dominio y servidor que el portal de Elemento Ltd., la empresa de comercialización de petróleo y gas de la que D’Agostino supuestamente se había desvinculado. Específicamente, la música provenía de la URL: “http://elemento.com.mt/music/tumblr_mahiykvDAO1qftpcmo1.mp3”. El portal web de Elemento estuvo activo hasta enero del año 2021, cuando la empresa fue sancionada por el Tesoro estadounidense.

Fragmento de código del antiguo sitio web de Elemento

Copias del código fuente HTML del extinto portal de Jambanyani, que datan de 2018 y 2021, obtenidas de fuentes cercanas al caso, confirman que el archivo de audio de “Blue Velvet” permaneció alojado en el portal de Elemento al menos entre agosto de 2018 y enero de 2021, años después de la supuesta salida de D’Agostino de la empresa. Cabe recordar que el código fuente HTML es el conjunto de instrucciones y etiquetas que definen la estructura y el contenido de una página web, incluyendo textos, imágenes, enlaces, audios, videos y otros elementos. Los navegadores interpretan ese código para mostrar la página web correctamente.

Reproductor de audio en el portal web de Jambanyani

Tanto el portal de Jambanyani como el de Elemento fueron creados por una entidad desconocida, identificada como “Cautaro Web Services”. El portal de Jambanyani fue creado a partir de finales de octubre de 2017.

Tales hechos plantean serias interrogantes: ¿Cómo es posible que el portal de una empresa de safaris, creada después de la supuesta desvinculación de D’Agostino de Elemento en febrero de 2017, estuviera utilizando un archivo de audio alojado en el servidor y usando el dominio de de Elemento? ¿Cómo pudo D’Agostino subir un archivo de audio al portal de una empresa que, según él, ya no le pertenecía? Y, de ser el caso de que D’Agostino controlaba ambos portales, ¿por qué mantener activo el portal de Elemento más de tres años después de la supuesta venta de acciones en febrero de 2017?

Las contradicciones en la historia de D’Agostino

Francisco D’Agostino

Resulta curioso que el sitio web de Elemento no presentara modificaciones después del supuesto cambio de accionistas en el año 2017. Además, los empleados de Elemento continuaron utilizando correos electrónicos con el dominio “@elemento.com.mt” en sus comunicaciones con clientes. Lo revelado hasta ahora pone en duda la versión de Francisco D’Agostino sobre su desvinculación de Elemento.

Antiguo sitio web de Elemento

D’Agostino ha sostenido, tanto en la corte de Nueva York como ante el Departamento del Tesoro, que dejó de ser director de Elemento en agosto de 2016 y que para febrero de 2017 la empresa ya era controlada por una firma que él ha asociado a los Cisneros. Si esto fuese cierto, ¿Qué poder tenía D’Agostino para alojar y mantener un archivo de audio en el sitio web de una empresa que ya no le pertenecía?

Surge la posibilidad de que D’Agostino haya estado fingiendo su salida de Elemento antes del pleito legal de Bazzoni en Nueva York y antes de que la empresa se involucrara en el comercio de crudo venezolano a partir de 2019, cuando fueron impuestas las sanciones por parte de Estados Unidos.

El portal web de Jambanyani describía la génesis de la empresa de safaris: “La idea: Cuando el entusiasta de los safaris Francisco D’Agostino y el guía de safari privado Craig Doria exploraron la noción de ‘estilo’ de safari durante el transcurso de sus tres safaris juntos, nació una idea: crear el campamento de safari móvil perfecto: un campamento que abraza el romance del safari africano y la atemporalidad del verdadero estilo”.

Jambanyani Safaris

El sitio web de Jambanyani continuaba narrando: “Se trata de comodidad y elegancia; de la simplicidad del estilo; y de poder cargar el campamento en camiones con tracción en las cuatro ruedas y trasladarlo a otros lugares para llegar a las áreas de vida silvestre ricas y estacionales de África. Las cataratas Victoria son, sin duda, el destino de safari más famoso y nostálgico de África y han sido elegidas como base para desplegar el campamento debido a su proximidad a muchos de los puntos destacados del continente. Las cataratas Victoria se encuentran en el punto en el que se unen los cuatro países de Zimbabue, Zambia, Namibia y Botsuana, y ofrecen una ubicación impresionante y conveniente para el corazón de la aventura. Craig y Francisco se han unido a la aventura con el veterano guía de safari Nigel Thiesen para proporcionar el vínculo entre los ricos campos de caza del este de África y las cataratas Victoria más al sur”.

Craig Doria y Francisco D’Agostino

Quizás el gusto por lo salvaje, lo exótico o alguna otra razón, llevó a D’Agostino a abandonar la comodidad de sus aposentos y las exclusivas veladas junto a ricos empresarios financieros, celebridades y personalidades de la nobleza europea, en Nueva York, Madrid o Londres, a querer, primero irse de safari a África y luego, crear el suyo propio en Zimbabue.

Elemento Oil & Gas: Una fachada para el comercio de petróleo venezolano

En el intrincado mundo de los negocios venezolanos, donde las fortunas se entremezclan con la política, la figura de Francisco D’Agostino emergió como un actor clave en una trama de sanciones, comercio de petróleo y complejas relaciones familiares. D’Agostino, miembro de una familia de constructores de origen italiano, que ha sido contratista del Estado, se vio involucrado en la empresa Elemento Oil & Gas Ltd., con sede en Malta, un conocido paraíso fiscal en el Mediterráneo oriental.

Alessandro Bazzoni

Elemento fue originalmente fundada por el bróker italiano Alessandro Bazzoni bajo el nombre de CT Energia Oil & Gas Ltd. En noviembre de 2015, Bazzoni emitió nuevas acciones de la compañía, permitiendo que D’Agostino se uniera como propietario del 50%. Este movimiento marcó el inicio de una sociedad que, aunque, según D’Agostino, breve en el tiempo, resultaría ser significativa en el contexto de las sanciones impuestas por Estados Unidos a figuras y empresas relacionadas con la administración de Nicolás Maduro.

Juntos, Bazzoni y D’Agostino adquirieron una pequeña petrolera de Texas, Harvest Natural Resources, por no menos de 32 millones de dólares en 2015. Harvest mantenía una alianza con PDVSA, la estatal petrolera venezolana, a través de la empresa mixta Petrodelta S.A. Esta operación elevó el perfil público de CT Energia/Elemento Oil & Gas Ltd. en Venezuela.

Jambanyani Safaris

Aunque inicialmente la actividad de Elemento con el petróleo venezolano se limitó a la comercialización de “cuatro buques de PDVSA entre febrero y abril de 2017”, su papel se intensificó posteriormente como bróker o corredor. En abril de 2020, Elemento revendió uno de los dos primeros cargamentos de crudo que la red de Joaquín Leal en México había levantado, demostrando su participación en el esquema de comercio de petróleo venezolano que buscaba eludir las sanciones impuestas por Washington.

La participación de exfuncionarios de PDVSA en la red de comercio de crudo

Documentos internos de la red de comercio de petróleo venezolano revelaron la participación de dos ejecutivos de Elemento, Joaquín García y Dolly Mendoza, esta última una expieza clave de la estatal petrolera venezolana PDVSA. Mendoza, quien ocupó un cargo gerencial en PDVSA hasta 2016, aparece en la documentación dando instrucciones relativas a la compra y facturación de cargamentos de crudo. Su presencia en la red resalta la conexión entre antiguos funcionarios de PDVSA y la operación de comercio de crudo venezolano.

Jambanyani Safaris

En un correo electrónico de febrero de 2020, por ejemplo, Mendoza instruye sobre la designación de Libre Abordo y Cosmo Resources como consignatarios, pasando el bill of lading endosado a Swissoil Trading. Estas empresas eran parte de la red creada por el mexicano Joaquín Leal, sancionado por el Tesoro estadounidense, para comercializar el petróleo venezolano, evadiendo las medidas punitivas. La actividad de Elemento no pasó desapercibida para el Departamento del Tesoro estadounidense, que sancionó a Bazzoni y D’Agostino en enero de 2021, incluyéndolos en la “Lista Clinton”. Sin embargo, el Departamento del Tesoro omitió el hecho de que ambos, al menos en los documentos, habían salido o aparentaron haber salido de Elemento en 2016, mucho antes de que la empresa se involucrara en el comercio de crudo venezolano.

Jambanyani Safaris

La relación entre Francisco D’Agostino y Alessandro Bazzoni se complicó aún más a raíz de una demanda judicial presentada en la Corte del Distrito Sur de Nueva York contra Bazzoni por uno de sus acreedores, Centauro Liquid Opportunities Master Fund L.P.

La demanda contra Bazzoni y la inyección de capital de los Cisneros

Centauro Liquid Opportunities Master Fund L.P. (Centauro) había prestado más de 21 millones de dólares a Alessandro Bazzoni para operaciones de compra y venta de petróleo, a través de una empresa del italiano en las Islas Vírgenes Británicas, Cinque Terre Financial Group Limited. Bazzoni nunca saldó esta deuda, y cuando Cinque Terre se declaró en bancarrota en 2016, Centauro sospechó que el dinero había sido desviado para financiar otras iniciativas de Bazzoni, según explicaba en 2021 el portal Armando.info.

Jambanyani Safaris

Como parte de su demanda, Centauro argumentó que la acción debía incluir no solo a Cinque Terre Financial Group, sino a todo el sistema de empresas construido por Bazzoni, incluyendo a la antigua CT Energia Oil & Gas Ltd. de Malta, ahora conocida como Elemento. Para aclarar si esto era correcto, el tribunal solicitó la declaración de Francisco D’Agostino, quien para entonces ya se había convertido en socio de Bazzoni en Elemento.

Jambanyani Safaris

En su testimonio, D’Agostino reveló que en septiembre de 2015, antes de unirse como accionista y director de Elemento, había conseguido una inyección de 30 millones de dólares para el proyecto. Estos fondos fueron comprometidos en una r

Jambanyani Safaris

eunión en Miami entre D’Agostino, Bazzoni y dos asociados, Alex Goldstein y Richard Rothenberg, con Eduardo Cisneros, quien es su hermanastro.

D’Agostino testificó que supo en esa reunión que Eduardo Cisneros tenía “una responsabilidad significativa con respecto a las inversiones de su padre, Ricardo J. Cisneros”. Eduardo Cisneros accedió a invertir 30 millones de dólares en Elemento a través de una empresa llamada Cedaridge, registrada en Panamá y propiedad de su padre, Ricardo J. Cisneros. Este préstamo permitió a Elemento reanudar sus actividades, quedando luego el 50% de las acciones en manos de los Cisneros.

El traspaso de acciones y las dudas sobre la salida de D’Agostino

Francisco D’Agostino en Jambanyani Safaris

Según Francisco D’Agostino, en agosto de 2016, tanto él como Alessandro Bazzoni acordaron traspasar todos sus intereses en Elemento a una compañía de los Cisneros. D’Agostino declaró que la cesión total de Elemento a Eduardo Cisneros se debió al retraso en la transferencia del 50% de las acciones, lo que generó frustración por parte del equipo Cisneros, y a la decepción de Eduardo por el desempeño de Elemento. Este traspaso se habría completado, según D’Agostino, en febrero de 2017, poniendo a Elemento supuesta y únicamente bajo el control de CISA Holdings Limited, una empresa creada por Ricardo y Eduardo Cisneros en Malta.

Francisco D’Agostino en Jambanyani Safaris

A pesar de que D’Agostino afirma haber cedido sus acciones de Elemento en febrero de 2017, existen indicios que sugieren una posible continuidad de su vinculación con la empresa. Documentos internos de la red de comercio de petróleo revelaron que Dolly Mendoza, ejecutiva de Elemento, todavía rendía cuentas de sus decisiones a Alessandro Bazzoni en 2020, a pesar de que este último supuestamente había abandonado la gerencia y el accionariado de la empresa a mediados de 2016. Esto levanta sospechas sobre si la salida de D’Agostino y Bazzoni de Elemento fue un movimiento concertado para ocultar su participación continua en la empresa. El mismo D’Agostino, en una declaración jurada ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York en 2018, aseguró que en febrero de 2017 la propiedad de Elemento pasó a una compañía llamada CISA Holdings y que desde entonces no ha tenido “ninguna participación” o conocimiento de Elemento.

Craig Doria y Francisco D’Agostino en Jambanyani Safaris

Tras ser incluido en la “Lista Clinton”, D’Agostino calificó la medida del Tesoro estadounidense como “injusta” y se mostró seguro de que sería revertida. Su portavoz declaró a mediados de 2021 que la sanción se debía a “un error, bien por una información escasa, equívoca o incompleta”, y que D’Agostino estaba dispuesto a que se hiciera una revisión exhaustiva de los documentos para demostrar que no tenía relación con los asuntos en los que se le implicaba. D’Agostino insiste en que no tiene ninguna relación con Elemento desde el 18 de agosto de 2016, fecha en la que renunció al cargo de director de la compañía, afirmando que no hay ningún tipo de “ficción” en su salida, aunque “Blue Velvet” parede indicar lo contrario. Es así que Las dudas sobre si D’Agostino mantuvo algún vínculo con Elemento tras su supuesta salida en 2016 cada se acrecientan.

 



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