
La DEA alertó sobre el cargamento que partió de Panamá, pero la interdicción no ocurrió en el Caribe —donde Estados Unidos mantiene un despliegue militar contra el narcotráfico— sino en aguas europeas, lo que expone una contradicción en la política antidrogas de Washington.
Hasta 2021 estuvo en el negocio del bunkering como remolcador de una barcaza de combustible marítimo

Redacción: La Tabla/Plataforma de Periodismo de Datos 28 OCT 2025
El remolcador Little Girls (IMO 7417202), interceptado el pasado 22 de octubre frente a Lisboa con más de 4.000 kilos de cocaína, tiene un pasado estrechamente ligado al Canal de Panamá.
Durante varios años formó parte de la flota de Interoceanic Supply Service, S.A., dedicada al suministro de combustible a los buques que cruzan la vía interoceánica, una de las operaciones marítimas más lucrativas del país.
Su salida hacia España se produjo desde el puerto de Cristóbal, en la propia zona canalera, lo que abre interrogantes sobre la trazabilidad de la droga y la posibilidad de desvíos en el manejo de cargamentos incautados.
Construido en 1975 en Mississippi por el astillero Halter Marine para la compañía Tidewater Inc., el buque cambió varias veces de nombre y bandera hasta integrarse en 2015 a la flota panameña como Great Naos, remolcador de la barcaza de combustible Great Taboga.

En septiembre de 2024 adoptó su actual nombre bajo bandera de Tanzania y en enero de 2025 fue fotografiado en el puerto de Cristóbal.
Lo que resulta llamativo es que, según la propia Policía Nacional española, el operativo que permitió su captura se activó el 8 de octubre gracias a una alerta de la DEA estadounidense, lo que abre interrogantes sobre por qué esa información no fue utilizada en el Caribe, mucho más cerca del punto de partida en Panamá.
La embarcación partió de Cristóbal el 3 de octubre con destino declarado Vigo, España. Fue interceptada por la Armada y la Policía Nacional españolas frente a Lisboa y trasladada a Canarias, donde se confirmó la presencia de más de 4 toneladas de cocaína en sus bodegas.

El dato clave para reconstruir la historia del Little Girls es su número IMO 7417202, un identificador único de siete dígitos asignado por la Organización Marítima Internacional que permanece inalterable durante toda la vida útil de un buque, sin importar cambios de nombre, bandera o propietario. Gracias a este código fue posible rastrear su origen, sus distintos nombres y su paso por Panamá como parte de la flota de bunkering.
Panamá ha enviado en los últimos cinco años varios cargamentos masivos de droga incautada a Estados Unidos para destrucción. Entre ellos destacan los 55,7 toneladas trasladadas en enero de 2023 y las 49,3 toneladas en junio de 2024, aunque no han sido los únicos. Estos movimientos, bajo estrecha supervisión de las autoridades estadounidenses y en coordinación con el Comando Sur, plantean dudas sobre la cadena de custodia y la posibilidad de desvíos hacia otros mercados.
El Little Girls, un buque de 54 metros de eslora y más de 600 toneladas de capacidad, cruzó el Caribe sin ser detectado por las operaciones militares estadounidenses que suelen interceptar lanchas rápidas de fibra de vidrio.

La diferencia de trato frente a embarcaciones menores abre preguntas críticas sobre la eficacia y la selectividad de los protocolos de interdicción.
La contradicción se vuelve aún más evidente al conocerse que la alerta inicial provino de la DEA. Si la agencia antidroga estadounidense tenía la información desde el 8 de octubre, ¿por qué no se actuó en el Caribe, bajo el despliegue naval del Comando Sur? ¿Por qué se confió en la Policía española para ejecutar la operación en aguas atlánticas y no en las fuerzas estadounidenses desplegadas en la región?




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