Enigmas y Contradicciones – Por Juan Carlos Buitrago Arias

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Colombia y su estado de cosas es compleja de descifrar y entender. Una nebulosa extremadamente difusa está siempre sobre ella, confundiéndose entre enigmas y contradicciones, y ahondando los múltiples cuestionamientos que cotidianamente embargan al ciudadano preocupado, ponderado, sensato y consciente de su responsabilidad con el futuro de la nación y de las nuevas generaciones; hastiado por la alevosía de las redes sociales y descompuesto por la agresividad de las cajas de resonancia y que provocan invocar a Alan Turing y a Pierre-Joseph Proudhon para que nos liberen de esta polarización extrema y sin sentido que vivimos.

Ha comenzado la cuenta regresiva, desde Washington y Caracas y en los más tradicionales, exclusivos e influyentes escenarios, clubes y plazas públicas del país, se remueven sentimientos de inquietos y afligidos por señalizar ansiosamente su futuro y el de los suyos, acudiendo con fuerza y esperanza, carácter e inteligencia, convicción y amor de patria, para escapar afanosamente del foso de la desesperación.

Colombia parece un Unicornio, enigmas y contradicciones son fenómenos únicos, se confunden entre sí, pero son idénticos, un espejo de nuestra adversa realidad. Son  caldo de cultivo para que líderes contestarios, revolucionarios, outsiders y falsos caudillos, hipnoticen conciencias,  cautiven incautos, movilicen vulnerables, revictimicen  redimidos, alebresten fanáticos y oportunistas, y al fin de cuentas, los encapsulen en su propia encrucijada, la de la decepción, el fracaso y el arrepentimiento, como se ve en las calles, donde millones de petristas arrepentidos, precandidatos critican y hábilmente toman distancia del error histórico que llevaron al poder; también ocurre con millones de engañados por el acuerdo de La Habana, y con el subsiguiente y mediocre gobierno de Duque, que desencadenó el anómico y desastroso pacto que hoy nos gobierna.

Acudamos entonces a Turing y a Proudhon, en un intento por descifrar y comprender los enigmas y contradicciones que protagonistas y antagonistas, la mayoría adictos al poder, tienen inmersa a nuestra nación en esta compleja y nebulosa encrucijada.

Comencemos con la más grande, reciente  e histórica contradicción, la increíble sentencia contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que tiene indignados a millones de ciudadanos del mundo, consecuencia de un plan fraguado, orquestado e influenciado por sus enemigos políticos, en soterrado asocio con criminales y terroristas a quienes enfrentó durante su trayectoria política con determinación. Saben que es el gran elector y neutralizarlo sería una victoria estratégica y golpe irreparable. Celebramos su libertad y esperamos se cumpla debida justicia antes del 15 de octubre, porque anhelamos su absolución.

Pasemos ahora al más inesperado y doloroso enigma del que difícilmente nos recuperaremos y que ha marcado la historia reciente del país. El magnicidio contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. La autoría apunta a la Segunda Marquetalia, en cabeza de Iván Márquez, el que abandonó el acuerdo de paz, reincidió en el narcotráfico y el terrorismo y ahora es socio inseparable del régimen de Maduro.  La hipótesis sobre disputas entre esmeralderos es una distracción. El propósito era claro, colocar entre las cuerdas al Ejecutivo, a quien los colombianos no eximen de responsabilidad, eliminar a un contradictor promisorio, conminar la nefasta mesa de diálogo, reivindicar vigencia y capacidad criminal, y como siempre, anclados en una práctica que tradicionalmente les ha generado dividendos, ahondar las contradicciones políticas de la nación.

También desde la estratosfera, desciende una combinación de enigmas y contradicciones, que se confunden en las reaccionarias relaciones entre el presidente Petro con Trump y Maduro y en el que Colombia es el reactor estratégico de este juego diplomático. Vaticinando en borrador y teorizando en términos de complejidad, probablemente seremos descertificados en la lucha antidrogas, el dictador Maduro no se caerá y menos antes de diciembre, no habrá un ejército binacional fronterizo con Venezuela y la zona económica especial será un saludo a la bandera. Aquí el entuerto firmado por el suspendido y sin competencia para ello, el polémico irreverente Pastor Saade.

Otro episodio, que, más que una contradicción es evidencia innegable de doble moral, el indebido encubrimiento al fugitivo exdirector del Dapre y de la Agencia Nacional del Estado DNI, Carlos Ramón González. La sede diplomática de Colombia en Managua fue cómplice en la fuga, gestionó su residencia y al ser develados anunciaron la solicitud de una extradición cuya inviabilidad estaba negociada debajo de la mesa.

Sigue en lista la más inverosímil de las contradicciones, protagonizada por Álvaro Leyva Durán con sus cartas públicas en contra del presidente y cuyos contenidos seguramente son verídicos. Sin embargo, a Leyva lo acompaña un tenebroso lastre, se mueve subterráneamente en tierras movedizas, construye fábulas mezclando mentiras con verdades y se caracteriza por ser un conspirador profesional, aliado de oponentes para tumbar gobiernos, conocido como alias el Profesor o el Mechudo para las Farc, sirvió junto a Piedad Córdoba alias Teodora, al secretariado para gestar un gobierno de transición en la clandestinidad y derrocar al presidente Uribe. No es extraño entonces, que ahora actúe como lo hace.

El presidente Petro sí entregará el poder el 7 de agosto de 2026 y difícilmente habrá candidato único de la oposición

Finalmente, no más enigmas, el presidente Petro sí entregará el poder el 7 de agosto de 2026 y difícilmente habrá candidato único de la oposición. Así las cosas, será altísimo el riesgo, de que la hidra de mil cabezas siga de inquilino en la Casa de Nariño, o avizoremos el regreso del Gatopardismo.

El estudio 2024 del Banco Mundial señaló que la alta fragilidad institucional en la mayoría de los países latinoamericanos para combatir la corrupción, la criminalidad y la violencia, se debe principalmente a la marcada incapacidad y debilidad de los sistemas de Justicia, Aduaneros, Penitenciarios y Policiales. Por fortuna en Colombia, en medio de esta nebulosa llena de enigmas y contradicciones, la más reciente encuesta de Invamer, otorga a nuestras Fuerzas Militares y a la Policía Nacional un significativo incremento en términos de favorabilidad y apoyo de los ciudadanos, contrario a lo que ocurre con el resto de las instituciones. Ojalá el carácter y firmeza de nuestra Fuerza Pública en defensa de la Constitución y la Ley siga siendo una constante, tal como ocurrió con la negativa férrea de la cúpula ante el anunciado Ejército Binacional Fronterizo. ¡Esa es la posición!



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