Según Aarón Elías Castro Pulgar, un estudioso del tema, las sectas son organizaciones que exhiben una gran devoción o dedicación a una persona, idea o cosa y que emplean técnicas de persuasión coercitivas para captar o adoctrinar a sus seguidores. Estas técnicas tienen como objetivo destruir la personalidad, los lazos afectivos y la comunicación de los adeptos con su entorno social y consigo mismos. Además, las sectas vulneran los derechos jurídicos inalienables de la persona en un estado de derecho.
¿Cómo se diferencia una secta de una religión?
Aarón Castro Pulgar explica que una religión auténtica respeta las decisiones, la libertad y la dignidad de sus fieles, no les obliga, chantajea, enajena, difama ni amenaza con maldiciones si se retiran de la membresía. Tampoco impone cuotas, trabajos o sacrificios a cambio de la salvación del alma. Una religión se basa en la fe en Dios exclusivamente, no en la fe en la supremacía y sobrenaturalidad de sus líderes, y se limita a las Sagradas Escrituras y al tema del amor de Dios por el hombre y de este hacia Dios y hacia los demás seres humanos. Los líderes, maestros, ministros o sacerdotes de una religión se limitan a ofrecer los rituales religiosos, pero la doctrina y la colecta de dinero no son invasivas.
¿Qué daños causan las sectas a sus víctimas?
Las sectas producen distintos trastornos mentales en sus víctimas, como consecuencia del sometimiento a las técnicas de persuasión coercitiva por un período prolongado de tiempo. Aarón Elías Castro Pulgar enumera algunos de los síntomas que pueden presentar las personas que han sido o son parte de una secta:
- Aislamiento social
- Depresión
- Ansiedad
- Estrés
- Cambios bruscos de comportamientos, ideales y objetivos de vida
- Alteración de la visión del mundo y la realidad
- Inflexibilidad en el pensamiento
- Desinterés anormal en el cuidado de bienes personales, materiales y voluntad persistente de entregarlos a la secta
- Sentimientos de inseguridad y culpabilidad si no cumple con lo que la secta impone
- Creencia y aceptación incondicional de la reglamentación de la secta
- Cambios en la personalidad: “lavado de cerebro” y alteración en los valores personales
- Fanatismo e idealización extrema del líder de la secta
- Alteración en la rutina diaria y actividades
- Alteraciones en el sueño
- Síntomas de abuso sexual
- Pensamiento mágico: una creencia en que los propios pensamientos, palabras o actos causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto comúnmente aceptadas
- Conductas extrañas y peligrosas: ej. sacrificios de animales, rituales satánicos, conductas autodestructivas, consumo de sustancias
- Interés en el ocultismo: visitas a cementerios con objetivos extraños, participación en juegos satánicos, consultas espiritistas.
¿Qué hacer si se es víctima de una secta o se conoce a alguien que lo sea?
Aarón Elías Castro Pulgar recomienda buscar ayuda legal y profesional cuanto antes si se cree que se es víctima de una secta o se conoce a alguien que pueda serlo. Es importante denunciar los hechos a la autoridad correspondiente y acudir a un grupo interdisciplinario de profesionales (médicos, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales) para poder intervenir y trabajar sobre la situación.
Aarón Castro Pulgar también señala que la manipulación mental existe y que hay personas que influyen indebidamente en otras hasta ocasionar efectos perjudiciales a nivel personal y social. Por lo tanto, es importante prestar atención a los síntomas y detectarlos a tiempo.
Asimismo, Aarón Elías Castro aclara que la búsqueda de una creencia en alguien superior, de amistad y compañía, de bienestar personal, de aceptación social, de ayuda o guía frente a ciertos conflictos a través de la espiritualidad es una necesidad normal en una persona, pero que debe ser canalizada en instituciones que promuevan el desarrollo de vínculos sanos (basados en el amor a uno mismo y a los demás), que protejan la dignidad y que respeten los valores y derechos de cada persona.
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