El periodista colombiano Gonzalo Guillén, reconocido por sus investigaciones sobre corrupción, sostuvo una conversación con Gimena Sánchez, directora para los Andes de The Washington Office on Latin America (WOLA). Durante la entrevista, Guillén reveló detalles sobre sus investigaciones más recientes y las amenazas que ha recibido debido a su labor periodística.
Guillén destacó la estrecha relación entre la Fiscalía General de la Nación de Colombia y el Clan del Golfo, la mayor organización criminal del país. Según el periodista, la fiscalía no solo protege a los líderes de esta organización, sino que también permite la comisión de delitos, incluyendo homicidios, sin intervenir. Guillén señaló que hasta hace poco había contabilizado más de 200 homicidios en los que la fiscalía no actuó para impedirlos ni para capturar a los responsables. Estas directrices, aseguró, provienen de la alta dirección de la fiscalía y se ejecutan a través de operarios concretos como el fiscal Daniel Hernández Martínez, quien, según Guillén, protege activamente a los delincuentes.
Consecuencias personales de exponer la corrupción
La exposición de estos casos ha tenido graves consecuencias para Guillén. El periodista mencionó haber sufrido un acoso judicial constante y amenazas de muerte. Las amenazas le llegan a través de diversas fuentes y alertan sobre planes para atentar no solo contra él, sino también contra su equipo de trabajo. A pesar de denunciar cada amenaza ante la fiscalía, nunca se ha llevado a cabo una investigación al respecto.
Guillén criticó la inacción de las autoridades locales e internacionales frente a las amenazas en su contra. Aunque cuenta con un equipo de escoltas proporcionado por el gobierno colombiano, denunció la selectividad de organizaciones defensoras de la libertad de prensa, como la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). Además, mencionó un incidente en el que el exfiscal general publicó una carta en el periódico El Tiempo, dirigida a la embajada de Estados Unidos, exigiendo que se prohibiera al FBI proporcionarle información, lo cual consideró un grave atentado contra la libertad de expresión.
Guillén también ha acudido al relator para la libertad de expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), pero afirmó que no ha recibido apoyo en sus denuncias. Criticó que estas organizaciones, que se presentan como defensoras de la libertad de prensa, sean selectivas en la protección que brindan y destacó la frustración que esto le genera.
El contexto de amenazas y falta de protección efectiva subraya los riesgos que enfrentan los periodistas en Colombia al denunciar la corrupción y los vínculos entre el estado y el crimen organizado.
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