(Fuente: Armando.info . Publicado el :23 marzo 2025) En la génesis de los negocios de Alex Saab y Álvaro Pulido con el gobierno de Nicolás Maduro, el venezolano Jean Paul Rivas, que se mueve entre Suiza y Dubái, trabajó desde la trastienda como conector del tándem colombiano con una farmacéutica de India para vender medicamentos con marcados sobreprecios al régimen de Caracas. Con una variedad de intereses y emprendimientos, como en botica -también actúa en finanzas y bienes raíces-, Rivas seguiría en el sector de las medicinas con su propia compañía.
Una oficina ubicada en un exclusivo rascacielos de casi 50 pisos en Dubái, Emiratos Árabes Unidos (EAU), esconde nuevos secretos sobre los negocios de Alex Saab Morán y Álvaro Pulido Vargas en Venezuela. Se encuentra en la Tiffany Tower, parte de un complejo aledaño al lago artificial de Jumeirah, y sirve de sede a la farmacéutica North Life Pharma y a otras compañías de Jean Paul Rivas Guanipa, un empresario venezolano con fondos de inversión en Suiza e inmobiliarias en España, pero que en un momento de su carrera empresarial se cruzó con Saab y Pulido cuando estos ya despuntaban como los contratistas favoritos de Nicolás Maduro.
En diciembre de 2023, en medio de las negociaciones de la administración del presidente estadounidense Joe Biden con el régimen de Caracas, que derivarían ese mes en un intercambio de prisioneros entre ambas partes, Alex Saab fue liberado de la prisión en Miami donde esperaba un juicio por imputaciones de lavado de dinero cometido a través de Fondo Global de Construcción.
Cuando Saab volvió a Venezuela, Maduro no tardó en consagrarlo, esta vez abiertamente, como un alto funcionario del Estado. En su ascenso en la burocracia chavista, Saab alcanzó en octubre del año pasado el rango de Ministro de Industrias, cargo que todavía desempeña. Entre tanto, su otrora socio, Álvaro Pulido, corrió una suerte distinta: en Caracas ya casi cumple dos años en prisión, señalado por corrupción en la trama Pdvsa-Cripto.
Si bien esos destinos dramáticamente opuestos se han consumado a la luz pública, del pasado compartido entre Saab y Pulido, como beneficiarios ocultos de los millonarios contratos otorgados a dedo por Maduro, siguen aflorando conexiones hasta ahora desconocidas.
Una de esas ramificaciones es, precisamente, la de Jean Paul Rivas. Tiene 57 años de edad, egresó de la Universidad Metropolitana y, aunque en alguno de sus perfiles biográficos se presenta como un “emprendedor serial”, sus proclamados éxitos no han conseguido hacerlo conocido entre el empresariado venezolano.
Hubo una época en la que abogó públicamente por el compromiso social de los empresarios: “No podemos ver a los pobres desde la autopista”, declaró en 2006 a la revista Debates Iesa a propósito de la irrupción en el mercado de Cruzsalud, fundada por Rivas en 2004 para ofrecer seguros médicos a personas de escaso poder adquisitivo. “El objetivo es atender a las minorías y ofrecerles la orientación médica apropiada”, dijo después Rivas al diario El Nacional de Caracas, en una publicación del 30 de julio de 2007.
Una década más tarde, en 2017, Jean Paul Rivas se vinculó con el tándem Saab-Pulido en la millonaria y muy redituable importación de medicamentos de India a través de dos sociedades de papel, Group Grand Limited y Asasi Food Fzc, con las que el par de mercaderes colombianos también comercializaban alimentos de muy baja calidad y con sobreprecios para los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Luego, la propia North Life Pharma de Rivas continuaría por su parte con el negocio de la importación de medicamentos de India, tal y como muestran decenas de documentos obtenidos por Armando.Info para este reportaje.
Casi en simultáneo, el portafolio particular de Rivas despegaba fuera de Venezuela con The Onsider, una inmobiliaria que adquiere y remodela edificios en Barcelona, España, para luego ofrecer estadías “en espacios acogedores y lujosos para estancias prolongadas”. En ocasión de la puesta en marcha de ese negocio, la prensa española lo presentó a mediados de 2015 como el “gurú de la sanidad para pobres” o el “rey de la sanidad social” en Venezuela, aludiendo a su paso por el mundo de los seguros. En Suiza, Rivas se incorporó a una firma de manejo de activos y fortunas, Sumus Capital, y también creó Black Fountain Capital, otra empresa de inversión y asesoría para start-ups con presencia en España, Suiza y en Dubái, donde comparte oficina con North Life Pharma.
Santo remedio
El de suministro de medicamentos desde India fue un negocio que movió millones de dólares, a juzgar por los contratos que obtuvieron las sociedades de Saab y Pulido. De acuerdo con documentos internos de la estatal Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex), que entonces centralizaba las importaciones públicas, entre 2017 y 2018 esta otorgó a Group Grand Limited, registrada en Hong Kong, dos contratos de poco más de 154 millones de dólares, mientras que a Asasi Food Fzc, inscrita en EAU, asignó otros tres por 192 millones de euros.
Con las medicinas de India hubo sobreprecios aún mayores a los de los alimentos para los CLAP, ya que superan el 2.000% en algunos fármacos, según los papeles obtenidos para esta investigación.
Al menos al principio del emprendimiento, Jean Paul Rivas jugó un rol clave en el negocio que terminaría beneficiando a Saab y Pulido: por ejemplo, en la búsqueda de proveedores, él mismo visitó varias fábricas en India, como Bharat Parenterals Limited. Una minuta de una reunión ocurrida el 1 de junio de 2017 en la fábrica de esta farmacéutica confirma la presencia de Rivas en las negociaciones. “La reunión comenzó inmediatamente después de que el grupo de visitantes de Black Pearl Capital y Group Grand Limited realizó una visita a la planta que incluyó control de calidad e instalaciones de desarrollo de formulaciones”, se lee en el documento, elaborado por un ejecutivo de Bharat Parenterals Limited. Rivas visitó otras plantas en India, país considerado como el mayor fabricante de medicamentos genéricos en el mundo.
En 2017, Rivas también era socio de Black Pearl Capital, un fondo de inversión creado por dos inversionistas iraníes, registrado inicialmente en Islas Caimán y Suiza. Al consultarle para este reportaje a través de un cuestionario enviado por correo electrónico, el empresario reconoció que durante un lapso de “tres y seis meses en 2017” dio asesoría a Group Grand Limited, pero que “nunca llegó al punto de establecer una relación contractual”, ni tampoco “recibió algún pago” de la compañía controlada por Saab y Pulido, a quienes conoció en 2015 “en una reunión de negocios”, según asegura.
Por eso, según adujo el empresario por escrito en una segunda tanda de preguntas, sería “engañoso y factualmente incorrecto describirme como actuando en nombre de Group Grand Limited” y que “no hay lugar a confusión, ni interpretación alguna al respecto”. Los documentos vistos para este reportaje revelan que Rivas y sus colaboradores intercambiaron comunicaciones referidas a las negociaciones de Group Grand Limited. Pero “las decisiones no las tomamos ni yo ni ninguna de mis empresas asociadas”, insistió Rivas.
Durante la gira en busca de proveedores, Rivas estuvo acompañado por Bastian Ruenz, un ciudadano alemán también relacionado en ese momento a Black Pearl Capital y empleado de Rivas en otras de sus compañías, y por Vanessa Josmir Peñaloza Lira, una venezolana hoy de 40 años de edad, que fungió como representante legal de Salva Foods 2015, la misma con la que los colombianos instalaron las ya desaparecidas Tiendas CLAP en la también extinta red estatal de Abastos Bicentenario, surgida a su vez de la expropiación de las tiendas Éxito del francés Grupo Casino.
Semanas después de la visita de Rivas a los fabricantes de medicinas en la India, en agosto de 2017 y ya desde el exilio, la hasta entonces y por casi una década Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, manifestó que Group Grand Limited pertenecía al propio Maduro, aunque era controlada por Saab y Pulido. Antes de eso, en abril de 2017, Armando.Info había establecido el vínculo de Group Grand Limited con Saab y Pulido.
Al ser consultado sobre si realizó negocios con sociedades manejadas por los empresarios colombianos, Rivas manifestó por escrito que “no puedo confirmar qué empresas están controladas por quién y no pido los beneficiarios finales (UBO, por sus siglas en inglés) de una empresa con la que hago negocios”. Tampoco aclaró a través de quién fue contactado para asesorar a Group Grand Limited. “Comprenda que no puedo responder a esta pregunta para no exponer públicamente a ningún tercero sin su consentimiento”, puntualizó Rivas en un segundo cuestionario enviado por correo electrónico.
En algunos de los documentos obtenidos para este reportaje consta que Rivas voló en varios de los aviones que pertenecían a Saab y Pulido desde Caracas a destinos como Miami o Bogotá, entre 2014 y 2016. “No puedo comentar sobre la posible propiedad de empresas de terceros ni de ningún otro activo de terceros. Además, tenga en cuenta que no recuerdo las matrículas de los aviones en los que supuestamente volé hace diez años”, respondió Rivas.

Ni tan heroico
El pasado 23 de septiembre de 2024, Nicolás Maduro elogió la búsqueda de medicinas de India realizada por Alex Saab. “Eso fue una persecución espantosa, nosotros la enfrentamos con el apoyo de importantes empresarios acá y del mundo, en esa época fue cuando secuestraron a Alex Saab porque Alex era una de las personas que como empresario más ayudaba al país para traer los medicamentos triangulados del mundo”, expresó en su programa semanal de TV, Con Maduro+.
En su relato aseguró que, tras comprarlos en India, los medicamentos debían “triangularse” -tal fue su expresión- hasta en seis países antes de llegar a Venezuela. Sin embargo, los documentos obtenidos para este reportaje desmienten esta suerte de narrativa épica de intriga internacional sobre la tarea de Alex Saab, pues registran que la mercancía se despachó, tanto por vía marítima como aérea, directamente desde India a Caracas.
De hecho, los papeles revisados para esta historia muestran que la carga marítima se despachó desde puertos indios como el de Nhava Sheva, que da al Mar Arábigo, hasta el terminal de La Guaira, en el litoral central venezolano. En algunos casos, los medicamentos fueron transportados por vía aérea desde el aeropuerto de Mumbai al de Maiquetía, que sirve a la ciudad de Caracas, lo que incrementó los costos. Así también lo confirman los propios registros de aduana en India.
Los documentos también permiten estimar el sobreprecio que las sociedades controladas por Alex Saab y Álvaro Pulido aplicaron al negocio de las medicinas en un momento en que la escasez de fármacos en el mercado venezolano oscilaba entre 80% y 90%, según entonces alertaban expertos de las Naciones Unidas, así como los gremios y cámaras empresariales.
Una factura proforma fechada en julio de 2017 y emitida por Bharat Parenterals Limited, el mismo fabricante visitado por Jean Paul Rivas, confirma que el antiepiléptico Fenitoína, en la presentación de suspensión oral (125 miligramos / 5 mililitros), fue comprado por Group Grand Limited en 0,4059 dólares por unidad. Luego la empresa controlada por Saab le cobró al Ministerio de Salud 8,770 dólares por el mismo producto, lo que representó 2.060% de incremento, tal y como consta en una factura de octubre de 2017 que Armando.Info publicó hace siete años en una primera investigación sobre la participación de la dupla Saab-Pulido en la compra de medicamentos de India.
Del mismo modo, 56.000 unidades del antiepiléptico Fenitoína fueron vendidas por Group Grand Limited al régimen de Maduro por 491.120 dólares tras pagar al fabricante apenas 22.730 dólares: de nuevo, un margen de 20 veces el costo de compra inicial del producto. Bharat Parenterals Limited no contestó la solicitud de entrevista al respecto realizada mediante correo electrónico.
Los datos de aduana de India reflejan que, solo entre 2018 y 2019, Bharat Parenterals Limited envió directamente a Venezuela medicamentos valorados en unos 21 millones de dólares. En la asamblea anual ante sus accionistas del 30 de septiembre de 2020, uno de los ejecutivos de la compañía reconoció el efecto sobre el negocio que había producido la caída en las exportaciones a Venezuela “debido al problema de la moneda”, así como a las “estrictas sanciones” contra el régimen de Maduro por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.
Otro caso de evidente sobreprecio ocurrió con el antibiótico Amoxicilina (Ácido Clavulánico): El valor original del fabricante Ophira Enterprise Pvt Ltd fue de 0,81 dólares por unidad, pero Group Grand Limited se la vendió al Ministerio de Salud en 19,69 dólares, un aumento equivalente a 2.330%.
Para comprobar los abultados sobreprecios que se les cargaba, a Corpovex o al Ministerio de Salud les habría bastado con contrastar los marcados por la empresa de Alex Saab frente a la Guía Internacional de Precios de Productos Médicos que periódicamente elabora la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que los gobiernos tengan referencias a la hora de realizar las licitaciones y contrataciones de suministros.
Paradójicamente, desde su posición como Ministro de Industrias, Alex Saab hoy se proclama como un campeón del Hecho en Venezuela. “Queremos que toda medicina, toda inyección, todo empaque, todo lo que necesitan para llevar a cabo la producción final de la medicina, sea hecho en Venezuela”, prometió el pasado 12 de marzo en un encuentro con representantes de la industria farmacéutica.
En esa misma actividad, Maduro reiteró los elogios para Saab, pero exagerando aún más la heroicidad de su desempeño. Aseveró que, tras ser detenido en Cabo Verde en junio de 2020, Alex Saab fue “sometido a diversas formas de tortura física” porque querían “sacarle los secretos de cómo llegaban a Venezuela la gasolina, los alimentos y esas medicinas, y este hombre guardó valientemente los secretos para que un pueblo pudiera sobrevivir y todas esas medicinas llegaran a Venezuela, eso es una verdad”.
La documentación obtenida también evidencia que, además de la participación de Rivas, de las empresas controladas por Saab y Pulido, y de los fabricantes en India, en el negocio hubo otro actor: Valboro Trading Limited, un trader farmacéutico encargado de enlazar a los compradores con los productores de los medicamentos. De acuerdo a la documentación obtenida, Valboro Trading Limited, con presencia en Gibraltar y Bulgaria, exigía el cobro de una comisión de 2,5% por la venta de los medicamentos de varios proveedores indios despachados a Venezuela a través de Group Grand Limited, Asasi Food Fzc y de la propia North Life Pharma, la empresa de Rivas.
Hoy Valboro Trading Limited todavía alega incumplimientos en los pagos de la comisión por parte de los fabricantes de la India y sostiene también reclamos contra North Life Pharma. Por su parte, Rivas y North Life Pharma insistieron en que tales reclamos por pagos constituyen presiones indebidas pues, aseguran, ya cumplieron sus compromisos con Valboro Trading Limited. En sus respuestas por vía correo electrónico para este reportaje, añadieron que han emprendido acciones legales al respecto.
Y el negocio continuó
Luego de Group Grand Limited y Asasi Food FZC, la compañía que continuó el suministro de medicamentos de India para Venezuela fue la propia North Life Pharma, al menos en 2018.
North Life Pharma fue registrada en Emiratos Árabes Unidos por Jean Paul Rivas el 10 de octubre de 2017, prácticamente en simultáneo con su asesoría para Group Grand Limited, la sociedad de Saab y Pulido. El rápido auge de la compañía consta en presentaciones corporativas, así como en comunicaciones con potenciales clientes y proveedores. En ellas, North Life Pharma reportaba ingresos en 2018 de 24 millones de dólares y aseguraba haber enviado a países de Latinoamérica unas 1.900 toneladas de productos farmacéuticos en “15 aviones B-747 y 100 contenedores de 40 pies” transportados en barcos.
En respuesta a un primer cuestionario enviado por correo electrónico, la compañía aseveró que no firmó contratos con el régimen de Maduro y que “nunca ha hecho negocios con el gobierno venezolano o intermediarios del gobierno venezolano”. Sin embargo, en una segunda racha de respuestas enviadas también por correo electrónico, North Life Pharma admitió que “hace aproximadamente 7 años (en 2018), la empresa y varias farmacéuticas competidoras fabricaron y suministraron productos farmacéuticos destinados a Venezuela”.
De acuerdo con esa versión, los clientes de North Life Pharma fueron “varias empresas privadas, todas legalmente establecidas en Oriente Medio” y, después de 2018, la empresa de Rivas “dejó de recibir pedidos para el mercado venezolano”. Sin embargo, la empresa no reveló los nombres de esos clientes.
Los papeles obtenidos para esta investigación también dejan ver que North Life Pharma ordenó compras a Bharat Parenterals Limited, el fabricante que visitó Rivas en junio de 2017 en representación de Group Grand Limited, en las que el consignatario de la mercancía era el Ministerio de la Salud y la parte notificante era Corpovex, la estatal que otorgó los contratos en 2017 y 2018 a las dos sociedades manejadas por Saab y Pulido.
Sobre este punto, North Life Pharma sostuvo que en el comercio internacional esa información “no necesariamente refleja relaciones comerciales” y que el “destinatario en una factura o documento de envío es simplemente el lugar al que se transporta un envío”.
En la página web de Bharat Parenterals Limited, todavía hoy North Life Pharma destaca como uno de sus clientes.
Las presentaciones corporativas de North Life Pharma incluían también como ejemplo de “productos suministrados en el pasado” una foto de una presentación de Paracetamol y de otra de Cefalexina para el “Gobierno de Venezuela”, ambas empacadas con la identidad visual que el régimen de Maduro asigna a los fármacos que distribuye, esto es, con la bandera de Venezuela y el lema “Socialismo es salud” rotulados. Ante esta evidencia, la compañía de Rivas contestó a Armando.info que los diseños de los empaques son “proporcionados por los clientes o diseñados según las pautas y especificaciones de los clientes”.
Además de los despachos que terminaron en el mercado venezolano con la distribución a cargo del régimen de Maduro, North Life Pharma también envió desde India medicamentos a Perú, Bolivia y Ecuador. En este último país, la empresa abrió una filial en la que Jean Paul Rivas figura como accionista junto a José Fernando Silva López, quien acompaña a Rivas en varias de sus empresas desde la creación en Venezuela de Cruzsalud en 2004. En North Life Pharma Silva está encargado del área de ventas, según explicó la empresa por correo electrónico.
Mientras Alex Saab despacha desde su oficina en Caracas como Ministro de Industria, las huellas de sus negocios a la sombra de Nicolás Maduro se consiguen hasta en una oficina de Dubái. Desde allí, Jean Paul Rivas continúa con otros negocios.
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