El objetivo era aniquilar a Nicolás Maduro , imponer a un nuevo presidente de Venezuela y atacar al ELN
El 31 de enero de 2024, Jordan Goudreau, el exboina verde estadounidense detrás de la fallida Operación Gedeón, destapó detalles alarmantes sobre la supuesta estrategia de la oposición venezolana para derrocar a Nicolás Maduro. La operación, que involucraba a figuras clave de la política venezolana como Juan Guaidó y Leopoldo López, además de actores internacionales, no solo terminó en fracaso, sino que pone en evidencia las profundas contradicciones y la falta de liderazgo claro dentro de la oposición venezolana.

A través de sus declaraciones, Goudreau nos ofrece una mirada sobre cómo la oposición venezolana, lejos de ser una unidad estratégica, parece estar atrapada en un laberinto de alianzas cuestionables, intereses personales y un enfoque cada vez más errático en su lucha contra Maduro. En primer lugar, el relato de Goudreau deja claro que el origen de la Operación Gedeón no fue una planificación coherente, sino más bien una serie de negociaciones desordenadas y oportunistas.
Según el testimonio de Goudreau, la operación comenzó con una alianza entre Leopoldo López y Juan Guaidó, quienes, aparentemente, sin un plan claro, se aliaron con empresas y figuras extranjeras, como la compañía Global Governments y otros actores internacionales. El objetivo de esta alianza, según Goudreau, fue crear una “solución” para derrocar a Maduro. Sin embargo, el contrato con Guaidó nunca fue firme; las negociaciones se rompieron debido a diferencias internas. Aquí ya se evidencia una de las mayores debilidades de la oposición venezolana: la incapacidad de mantenerse unida ante una causa común. Mientras el país se desangra y millones de venezolanos luchan por sobrevivir, los líderes de la oposición parecen estar más enfocados en sus intereses personales y en juegos de poder internos que en una estrategia clara para confrontar el régimen de Maduro.

#AlAireEnLaW | Jordan Goudreau, boina verde que trató de acabar con el régimen en Venezuela en la Operación Gedeon, para remover a Nicolás Maduro del poder >> https://t.co/QkoYKH9LSN
— W Radio Colombia (@WRadioColombia) January 31, 2025
Pero la historia no termina ahí. Goudreau también revela que, en las negociaciones, la oposición venezolana intentó involucrar a Colombia en el plan. Según su relato, el gobierno de Iván Duque, en alianza con figuras como Álvaro Uribe, ofreció apoyo logístico y campos de entrenamiento en la frontera colombo-venezolana, bajo el supuesto objetivo de atacar al ELN, un grupo guerrillero colombiano. Sin embargo, esto no hace más que resaltar el desorden y la falta de claridad en los objetivos de la oposición. Si la verdadera meta era derrocar a Maduro, ¿por qué involucrar a un actor tan controversial como el ELN? ¿Por qué no concentrarse en la cuestión principal? Este tipo de alianzas confusas solo subraya la desesperación de una oposición que, lejos de actuar con la precisión de un movimiento unificado, parece estar tomando decisiones de manera improvisada, sin pensar en las consecuencias a largo plazo.
A lo largo de su relato, Goudreau también se queja de ser etiquetado como “mercenario”, defendiendo que su misión no era invadir Venezuela ni derramar sangre, sino ejecutar una operación con base en inteligencia. Pero las imágenes de la operación fallida, los hombres armados cruzando la frontera con el fin de capturar o eliminar a Maduro, pintan una imagen muy diferente. Goudreau quiere presentarse como alguien que buscaba una salida pacífica para Venezuela, pero lo que sus palabras dejan claro es que la operación fue una aventura mal planeada, donde la violencia y el caos fueron inevitablemente parte del proceso.
Lo más perturbador de todo esto es la falta de responsabilidad de los principales actores de la oposición. Guaidó, quien en su momento se presentó como el líder legítimo de Venezuela y ganó reconocimiento internacional, aparece aquí como un personaje desbordado por sus propios errores estratégicos. Su incapacidad para asegurar alianzas firmes y su aparente falta de control sobre sus propios seguidores reflejan la fragilidad de su liderazgo. Mientras tanto, López, quien ha sido una figura clave de la oposición, parece estar involucrado en una serie de acuerdos que no solo debilitan la legitimidad de la causa, sino que también demuestran una falta de dirección clara.
El fracaso de la Operación Gedeón es, en muchos sentidos, una metáfora de la crisis de liderazgo dentro de la oposición venezolana. En lugar de presentar una alternativa coherente y realista a Maduro, los líderes de la oposición parecen estar atrapados en una espiral de divisiones internas, decisiones impulsivas y alianzas cuestionables. Esto no solo ha debilitado su posición frente al régimen, sino que ha desilusionado a muchos venezolanos que, a pesar de todo, seguían esperando un cambio político real.
En última instancia, Operación Gedeón fue una manifestación más de un liderazgo opositor que ha perdido el rumbo. La incapacidad para consolidar un proyecto común, la falta de transparencia en las negociaciones y los vínculos oscuros con actores internacionales no solo han costado la credibilidad de la oposición venezolana, sino que también han profundizado la desesperanza en la población. Mientras Guaidó, López y otros se siguen enzarzando en disputas internas, el régimen de Maduro sigue consolidando su poder, y la vida de millones de venezolanos continúa deteriorándose.
En este contexto, la gran pregunta es si la oposición alguna vez será capaz de reconstruirse de manera efectiva o si, como con la Operación Gedeón, sus líderes seguirán perdiendo la confianza de quienes más necesitan un cambio en el país.
Escuche la entrevista aquí:
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